Subscribe to my full feed.

sábado, 31 de enero de 2009

La foto que nunca hice


Estoy viviendo momentos convulsos, cada cierto tiempo a todos nos toca el turno y a mi me ha llegado el momento. Esa es la razón de que tenga este blog algo abandonado, aunque el tiempo es elástico, muy elástico, llega un momento en el que otros asuntos –no sé si más importantes, pero desde luego más urgentes- te requieren. Para mi el 2.009 es año de grandes cambios, ¿para bien o para mal? ¡Vaya vd. a saber! Casi nada es absoluto, así que algo habrá de ambos ingredientes, pero ese sexto sentido (si es que existe…) que a veces nos da un aviso, posiblemente por lo incapaces que somos de aprovechar los otros cinco, esta vez me está sonando bonito, o igual solo es que quiero que sea así… Ya les contaré, aunque, eso si, de momento, ¡mi sistema nervioso me va a mandar a esparragar!

Pero dejaré este autopsicoanálisis barato para más adelante, o por mejor decir, me centraré en otro detalle del mismo más puntual… Y es que cuando hoy revisaba las fotos de mi reciente escapada navideña, he echado en falta una foto, una foto que no llegué a hacer. Y me he preguntado porqué no la hice… ¿Por el frío que convertía el click de la foto en una auténtica heroicidad?, ¿por el pudor de considerarme un artista de tres al cuarto retratando la desgracia ajena?, ¿por el miedo a que entre encuadre y pulsión del botón saliera un prójimo a encorrerme a gorrazos?, ¿por las tres a la vez o por ninguna de ellas? (a cambio me conformé con llevarme en bits un bello y espontáneo grafiti que encontré algunas manzanas adelante y que pueden ver arriba).

La escena en cuestión era la siguiente: en las calles que subían a “la but de Montmartre”, entre apartamentos de cientos de miles de euros y turistas bien alimentados, un par de indigentes habían pasado de los habituales cartonajes y se guarecían de la inclemente climatología en unos iglús alpinos de enésima mano, instalados en un par de esquinas… Peculiar escena.

Últimamente se ha puesto “de moda” un a modo de fotografía social, retratando mujeres perdidas entre sus arrugas, sonrisas de niños esplendorosas entre su mugre o cualesquiera otros tipos de penurias enmascarados en un concepto artístico que nos eleva sobre el bien y el mal. ¿Es correcto o no lo es? ¿Cabe calificarlo de uno u otro extremo? No lo se… Solo se que quise hacer esa foto y creo que me sentí mal por desearlo. O tal vez solo era el frío que me impedía sacar mis perezosas manos enguantadas del calor de chambergo de goretex…

0 comentarios: