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viernes, 8 de agosto de 2008

España y el progreso




Sábado, 13 horas, mientras espero en un tradicional bar de aperitivos zaragozano para cumplir con uno de los pocos ritos incontestables de la tradición hispánica, el tapeo, escucho a dos señores de avanzada edad, que no ancianos, discutir sobre el Principio de Hipócrates.

¿Ha dejado la medicina de preocuparse por curar para dedicarse a una desenfrenada carrera por alargar los procesos degenerativos neutralizando los síntomas? Interesante tema -tan interesante, como poco apropiado para un blog “epicúreo”, pensarán...-, pero es que bajo esa duda subyace una eterna reticencia al avance, posiblemente también el miedo a los desperfectos -hoy: daños colaterales- que produce en aras de sus objetivos.

¿Progresamos o no?. ¿Compensan las ventajas que hoy disfrutamos los inconvenientes que suponen?.

Siesta frente a comida en horario europeo... Que inventen ellos frente a Rato y Serra, recientemente, y respectivamente, Director del FMI y Presidente de la Otan... Aquí mandan mis "razones", frente al diálogo politicamente correcto... Nacionalismos y carlismos barojianos, frente a globalización y desideologización... Fred Astair frente a Michael Jackson... ¿Alguien tiene la respuesta?

Yo tengo la mía, hay que estar con nuestro tiempo; hacia delante, siempre hacia delante, pero no por ello negándonos a la experiencia acumulada. Al final, el que más lejos ve es el enano que se aúpa sobre los hombros de gigantes... Debemos estar siempre por la modernización, ésta nunca debe ser cosa de otros, y si de paso podemos aprender de lo que nuestros mayores hicieron, magnífico. Y sobre todo, debemos disfrutar ¡Disfrutar de todo!

Además, siempre nos quedará el tapeo...

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